Mi voz...
A veces no nos atrevemos a decir o a hacer cosas, pero eso nos funciona para aquellos momentos en que si eran necesarios… Yo no me atreví en muchas ocasiones… y me daba la esperanza de que pronto me tocara a mí pero lo veía siempre lejano, como si me faltara algo para poder estar completa y bueno sentía que eso era… faltaba algo… Las madrugadas eran refugio de mis locuras y los recuerdos me amenazaban de un próximo regreso…luego mis miedos formaron parte de un tormentoso presente… si era así por mucho tiempo… pasaba tiempo sola preguntándome interrogantes donde no podía mentirme y no podía esconderme detrás de alguien… y no tenía otra opción que aceptar… pero no quería… me dolía mucho. Casi siempre era domingo para mi… donde los días eras tibios… y la casa se escuchaba vacía… era la dueña de un viento helado… que me quemaba el corazón. Era un cuento interminable, llegaba un lunes y rezaba por que terminara lo más pronto… no prometía nada a nadie porque tenía miedo de no cumplir